Identificación correcta de los pacientes.
Mejora de la comunicación efectiva.
Mejora de la seguridad en los medicamentos de alto riesgo.
Garantizar cirugías con el lugar correcto, el procedimiento correcto y el paciente correcto.
Reducción de las infecciones adquiridas por la atención.
Reducción del riesgo de las lesiones del paciente por caídas.